El pasado pleno municipal celebrado en Sarriguren esta semana fue el más tenso de la legislatura.

El concejal del PSN presentó una moción donde se solicitaba la reprobación del Alcalde como máximo responsable del Ayuntamiento ya consideraba que “se ha apartado de las buenas prácticas políticas y del desempeño fiel de sus funciones”.

Durante la moción presentó varios argumentos para defenderla, poniendo ejemplos como la solicitud de información en tiempo y forma, ya que en ocasiones las informaciones se envían a algunos medios de comunicación antes que a los concejales.

También puso de relevancia que no se facilita o se oculta información municipal relevante como sentencias judiciales o requerimientos administrativos, a pesar de requerirlos en varias ocasiones.

En el turno de ruegos y preguntas de los plenos municipales, se ha solicitado que varios temas se traten en la comisión correspondiente, pero permanecen varios meses sin ser abordados pese a ser reclamados en los plenos.

Además, en los ruegos y preguntas al alcalde y a los concejales no son contestados, se contestan con mentiras o con datos manipulados, según el concejal socialista.

Por último, consideraba censurable y reprobable la falta de claridad, el no ser honesto y negar en público por parte del Alcalde lo que dicen los informes jurídicos del Ayuntamiento.

En un debate tenso, en el que hasta Somos Valle de Egüés, que apoya al equipo de gobierno, reconoció problemas de funcionamiento y sensación de falta de control, la moción fue rechazada con los únicos votos a favor de UPN y PSN.

En el transcurso del rifi-rafe, el concejal de PSN Mikel Bezunartea puso de manifiesto algunas respuestas de la concejal de Geroa Bai y delegada de Personal, Helena Arruabarrena, lo que elevo la calidad del debate a los gritos donde ella acusaba de mentir al socialista. En ese momento éste la retó a que dimitiera el que no dijera de la verdad de los dos, algo que ella aceptó. Veremos si una vez resuelta la duda sobre quién tiene razón, la otra parte dimite.