A los 714 corredores de la categoría absoluta hubo que añadir alrededor de 300 en las categorías inferiores, lo que supone unas cifras de participación similares a las registradas el año pasado.

Un año más el último día del año se celebró la tradicional San Silvestre del Valle de Egüés, en esta ocasión se trataba de la XIV edición y estuvo organizada por el Ayuntamiento del Valle de Egüés y el Club de Triatlón Hiruki.

Desde las 9 de la mañana se entregaron los dorsales de las categorías menores, donde en circuitos reducidos de menor longitud que el absoluto, se fueron desarrollando bonitas carreras. Los chavales de 7-8 años de la categoría Benjamín, con un circuito de 600 m., los Alevines de 9-10 años con 1.100 m., los infantiles de 11-12 años con un circuito de 1.500 m. y los cadetes de 13-15 años con un recorrido de 1.900 m. de longitud. Incluso hubo una categoría inferior, la de prebenjamines y principiantes, con un recorrido de 350m.

En la prueba absoluta, en la que podían participar corredores desde los 16 años en un duro recorrido de 4.800 m. con desniveles de hasta el 20%, participaron 714 corredores, de los que 102 eran vecinos de Sarriguren. En esta ocasión descendió el número de participantes de la ciudad, ya que el año pasado se alcanzaron los 171. Entre los participantes absolutos había 534 hombres y 180 mujeres.

El primero en cruzar la línea de meta fue, al igual que el año pasado, Raúl Amatriain Arraiza, de Pamplona, que marcó un tiempo de 15’32?, 7 segundos menos que en la anterior ocasión. Le siguieron Fermín Pérez Diago y Aitor Otazu.

En la categoría femenina, Vanesa Pacha, con 18’03?, 25 segundos más lenta que el año pasado, ocasión en la que también quedó primera. Le siguieron Maider Alvira  e Itziar Vizcay.

El primer vecino de Sarriguren en cruzar la meta fue José Urdiain Larrayoz, que llegó en séptima posición. La primera vecina fue María Arantzazu Arraiza, que llegó en la posición 310 de la general.

Como suele ser habitual en cualquier San Silvestre, además de los corredores equipados con ropa deportiva, muchos aprovechan la ocasión para correr disfrazados con divertidos atuendos.