Las pruebas están dirigidas a la población de entre 50 y 69 años y son completamente voluntarias.

Después de ponerse en marcha a finales de 2013 y empezar a extenderse por todas las zonas básicas de salud de Navarra, el programa de detección de cáncer colorrectal llegará a la zona básica de salud de Sarriguren, que también comprende a Erripagaña, en el último trimestre del año.

El cáncer colorrectal es uno de los problemas de salud más importantes en la mayoría de los países desarrollados debido a su alta incidencia y mortalidad.

En Navarra, ocupa el tercer lugar en frecuencia entre hombres y es el segundo en mujeres. En cuanto a las muertes por cáncer, es el tumor con mayor mortalidad entre las mujeres y ocupa el segundo lugar en hombres.

La detección precoz del tumor ha demostrado su eficacia y efectividad consiguiendo disminuir la mortalidad de forma significativa. De hecho, generalizar la detección de este tipo de tumores en su fase más inicial supone la curación del 90% de los casos.

Una vez que el programa se inicie en el Centro de Salud de Sarriguren, todos los vecinos que se encuentran dentro de la edad del programa, entre 50 y 69 años, recibirán una notificación explicativa a la que deben responder si desean ser incluídos en el programa, y a partir de ahí colaborar enviando una muestra de heces para su análisis.

Se trata de una prueba sencilla e inocua, para la que no se necesita preparación ni dieta previa, y que consiste en la recogida de una pequeña muestra de heces por parte del propio paciente y su envío al programa.

Si el resultado negativo, no se volverá a llamar al paciente hasta dos años después para el mismo trámite, mientras que un resultado positivo de sangre en heces derivará al paciente a otras pruebas más exhaustivas como una colonoscopia.

En definitiva, se trata de detectar tumores de colon y recto en estadíos iniciales, antes de que aparezcan los primeros síntomas, para lo cual se realizará un análisis de presencia de sangre oculta en heces a la población asintomática y mayor de 50 años, edad en la que la incidencia aumenta de forma notable.